domingo, 2 de marzo de 2008

Claustros, recursos y democracia.


¿Para qué sirve un Claustro? ¿Para uso de quiénes está concebido? ¿Por qué, para qué? ¿No es acaso un Claustro una especie de Parlamento de Profes, donde se tendrían que analizar las cosas que afectan a la docencia, es decir, al proceso de enseñanza y aprendizaje? ¿No es acaso un Claustro libre para analizar lo que preocupe al profesorado, que es quien está en contacto directo con "el problema" de la educación?
¿Por qué las autoridades educativas (ese ente que a veces nos parece kafkiano) regaña a las Directivas cuando los Claustros consiguen transmitirles un análisis y una petición de que se asignen más recursos a los centros públicos, que sufren carencias en personal, materiales, instalaciones, además de en apoyo moral y político real a la enseñanza pública? ¿No es eso absolutamente improcendente desde el punto de vista democrático, y además inmoral? ¿No es perfectamente legítimo que un Claustro exprese un análisis conjunto y sus peticiones, si las tiene, más cuando se muestra su fundamento, peticiones además que no se rigen por intereses particulares sino que cumplen el fin de luchar por asistir a todo el mundo? Pues... cuando los profes piden recursos, ¿están pidiendo para sus casas o para todo el mundo?
¿Por qué los centros han perdido la capacidad de elegir a su Directiva a través de su Consejo Escolar, que es un órgano informado por la comunidad escolar en su conjunto: estudiantes, profesoras/es, personal no docente, tutoras/es (padres y madres, normalmente). No queremos entrar en si esto es bueno o malo: consideramos que hay cosas positivas y no tan positivas en ambas opciones, y conocemos las experiencias en diversos países que informan ambas. Lo que queremos es analizar por qué se ha producido esto y qué implica esto, de la manera más constructiva posible.
Por profesquepiensan.


1 comentario:

María Dolores Díaz Noguera dijo...

Me gusta el enfoque de la entrada.